Flores con alas

En un descampado, un solar abandonado, un parque, o una simple rotonda podemos ver muchos seres vivos, si abrimos los ojos y le ponemos empeño.

De vivos colores y correteando de un lado para otro está el jilguero; Un simpático fringílido  que alegra cualquier lugar en el que se encuentre con sus melodiosos cantos.

Dicho esto, el  otro día paseando por mi localidad vi un terrenito abandonado lleno de margaritas silvestres(Chrysanthemum coronarium), le eché un vistazo rápido y no me pude resistir a acercarme verlos más de cerca y con más atención.

Estaba lleno de polinizadores hambrientos, casi todos moscas (ninguna de ellas de las domesticas).

Total, me puse a hacerle un pequeño reportaje.
Cuando terminé, seguí observando el paisaje urbano descuidado.
Cuando me quise dar cuenta estaba rodeado de verdones, currucas carrasqueñas, verdecillos y como no, jilgueros todos ellos exponiendo sus particulares canticos que se entremezclaban con el zumbido de las abejas.

Yo me centré en los jilgueros, ya que eran mayoría, por supuesto sin descuidar a los demás acompañantes.

Se dividían en grupos de 5 a 7 individuos, saliéndose de esta proporción alguna pareja solitaria, se movían ágilmente, atentos a cualquier anomalía en el medio pero aprovechando el festín que les ofrecían las margaritas secas.

Es difícil verlos si se encuentran en un entorno floral, ya que la coloración está de su parte y además son bastante pequeños.

Pasada una media hora  me despedí de ellos con un simple suspiro, sabiéndome a poco este encuentro tan místico para mí.

Esta entrada se la quiero dedicar a un amigo al que también le gustan estas aves, y que siempre me ha apoyado en todo lo que he ansiado conseguir, ya que puede que gracias a él hoy este publicando esta entrada, gracias Saúco.