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miércoles, 20 de marzo de 2013

Los inquilinos de jerez



Cuando llueve mucho el campo se empapa, la tierra se disuelve en el agua creando una masa espesa llamada  barro. La humedad ayuda a la proliferación de las plantas y a la germinación de las semillas dándole paso a esta etapa tan viva que es la primavera.
 
Pero… como ya habréis visto la última vez que fui a la carretera de la morabita en bici, después de las últimas lluvias, el barro impidió que disfrutara de mi salida campestre  ya que se hacía imposible pedalear con tal acumulación de barro en el carril.
Así que opté por hacer otra cosa… visité a mis amigos los cernícalos .Para verlos simplemente tengo que desplazarme hasta el centro de Jerez, donde viven en armonía con urbanización, la polución y el alboroto de la muchedumbre  que pasea por los alrededores.
 
 
 
Sin duda un espectáculo digno de admirar. Ver como estas agiles y escurridizas aves de desplazan por el aire a una velocidad increíble con piruetas, giros inesperados y hasta una pequeña disputa con sus vecinas las grajillas, vamos, un verdadero show de aves a nuestra disposición..
 
Para diferenciarlos de los cernícalos comunes, primero hay que fijarse en el tamaño (ya que el primilla es mucho más pequeño que el común)  y luego, si no os queda claro podéis hacer dos cosas: si tenéis al ave cerca o unos buenos prismáticos os fijáis en las uñas, que los primillas las tienen blanca y los comunes negra y si es un macho(con la cabeza gris), simplemente tenemos que fijarnos en la espalda, la cual es lisa en el primilla y motead en el vulgar.
Hembra de cernicalo vulgar
 
Macho de cernicalo primilla.
 
Y esto es todo, un saludo.

lunes, 11 de marzo de 2013

Mirando al cielo.

Algún día las aves de paso dejaran caer sus plumas blancas iluminando a los habitantes de Jerez y dándoles una razón por la que mirar al cielo.
 
Bueno el otro día me sentí bastante  identificado con esta frase cuando las bandadas de cigüeñas me sobrevolaban en círculos formando una actuación digna de admirar.
Esta frase tan profunda, no la he escrito yo, misteriosamente la vi escrita en el asiento mientras esperaba el bus. Y al ver tan maravilloso espectáculo no pude evitar acordarme ella.
Bueno me despido y os digo que estéis atentos  que las cigüeñas ya están llegando a nuestras casas, si es que no han llegado ya
Salu2