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jueves, 9 de mayo de 2013

LARUS


Desde un principio la familia de las gaviotas nunca han sido mi devoción, me impresionan mucho, por el tamaño su curiosa forma  de volar y demás, pero nunca ha sido un ave que me transmita  confianza. Evidentemente no por ello voy a dejar de fotografiarlas verlas y observarlas.Desde que me muevo por la zona de marismas y eso no paro de verlas y claro siempre hay alguna dispuesta a posar para mi jaja

La que más me atrae es la reidora (Chroicocephalus ridibundus, antes Larus ridibundus), su pequeño pico y la forma de la cabeza hacen que tenga u aspecto como…más risueña, y nunca mejor dicho.
Plumaje inv.

 
Plumaje de verano
También está la picofina(Larus genei), que, aunque la veo poco siempre me resulta agradable toparme con alguna.
 
Y por último las patiamarillas (Larus michahellis)….¿Que puedo decir? Es la que menos me atraía de todas, no sé si será por sus gritos, por lo descaradas que pueden llegar a ser robando comida  o por la cantidad tan grande que hay por todos lados, ya incluso por la campiña.
 
 
Pero la naturaleza el año pasado me dio una gran lección cuando me encontré entre las marismas ,una zona anidada por ellas, el simple hecho de ver los huevos tan grandes y tan cerca me fascinó, pero aun más sus pequeños pollos, tan rechonchos y redonditos que perecían estar envueltos en algodón. Fue entonces cuando me di cuenta que las patiamarillas me gustaban.Al encontrarme a esos pequeños  escondido bajo el arbusto…un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, era la primera vez que los veía y fue un momento difícil de explicar e irrepetible, qué me hizo cambiar de idea totalmente de estas maravillosas aves.
 
Pero ya la gota que colmó el vaso fue cuando me encontré esto…

 
Un huevo eclosionando, una patiamarilla empezando su vida. Sus pequeños pulmones acaban de catar el oxigeno del aire salino que se respira en la marisma, sus primeros movimientos y hasta sus primeros chillidos…SIN PALABRAS.



viernes, 3 de mayo de 2013

En la salina de la Tapa


En este tiempo tan traicionero no se puede salir como antes a las 4 de la tarde donde disfrutabas de la hora y media que quedaba de día. Ahora que los días son más largos, hay que salir más tarde, sino, te puedes morir del calor.
Esto fue lo que hicimos  hace dos o tres semanas,antes de llegar esa ola tan repentina de frío, fuimos a ver si podíamos aprovechar los últimos rayos de sol que nos brindaba el día y así fotografiar algún ave que nos lo permitiera.

 



 
Aunque la luz era escasa, estas cigüeñuelas (Himantopus himantopus)  posaron de lujo, en un charco formado por las anteriores lluvias.
 
 
 

También estaban la avocetas (Recurvirostra avoceta) con su pico torcido y su agudo chillido, que compartían nicho con los correlimos zarapitines (Calidris ferruginea) ,que para nada les desagradaba su presencia.
Y esto es todo,cigüeñuelas y avocetas,porque  finalmente empezó a oscurecer y las fotos perdían calidad.Aunque antes de irnos pude echar esta foto de  la salina.