En este tiempo tan traicionero no se puede salir como antes
a las 4 de la tarde donde disfrutabas de la hora y media que quedaba de día. Ahora
que los días son más largos, hay que salir más tarde, sino, te puedes morir del
calor.
Esto fue lo que hicimos
hace dos o tres semanas,antes de llegar esa ola tan repentina de frío, fuimos a ver si podíamos aprovechar los últimos
rayos de sol que nos brindaba el día y así fotografiar algún ave que nos lo
permitiera.
Aunque la luz era escasa, estas cigüeñuelas (Himantopus himantopus) posaron de lujo, en un charco formado por las anteriores lluvias.
También estaban la avocetas (Recurvirostra avoceta) con su pico torcido y su agudo chillido,
que compartían nicho con los correlimos zarapitines (Calidris ferruginea) ,que para nada les
desagradaba su presencia.
Y esto es todo,cigüeñuelas y avocetas,porque finalmente empezó a oscurecer y las fotos
perdían calidad.Aunque antes de irnos pude echar esta foto de la salina.
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