Este verano fui a la playa, y después de darme un buen chapuzón y bucear viendo los peces, me fui a fotografiar el sitio escalando por las altas rocas sedimentarias para así conseguir una buena perspectiva.
Por el camino empecé a oír un breve sonido rallante de ave, que cada vez se hacía más intenso, claro ,una gaviota defendía su nido con todas sus fuerzas volando a toda velocidad hacia mí, sin hacerme daño, lo único que consiguiera rozarme la cabeza con las patas, pero bueno como ya tenía bastantes fotografías me di media vuelta y me fui.
En ese trayecto me encontré con esta extraña piedra, un molde de caracola, que había sido sepultado y con el paso de los años había salido a la luz para ser encontrado por mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario